martes, 17 de septiembre de 2019

Argentina, 17 de septiembre de 2019.
En menos de tres días, 4 femicidios. 
Hoy estoy. Hoy puedo escribir. Hoy puedo hablar de lo que pasa.
Así se vive en este país y me imagino que en tantos otros. 
Navila, 15 años. Empleada domestica, su jefe la mató a golpes, se dice que abusaba de ella hacía tiempo. Se descubrió que hay más de un implicado, pareceriera que su asesino manejaba una red de trata, proxenetismo.
Vanesa, 38 años. Su ex marido la prendió fuego delante de sus hijos.
Cecilia, 42 años. Su ex pareja la maniató y la asesinó a golpes.
Cielo, 18 años. La encontraron descuartizada.
El machismo no discrimina edad. Ni horarios. Ni modos de vestirse. NADA.
Todas/os estamos expuestos. 
No puedo creer que estando en 2019 siga existiendo. Es horrible vivir con la incertidumbre de si podremos llegar a nuestra casa.
Navila había dejado haciéndose su comida, creyendo que volvería, creyendo que solo tardaría unos minutos. Y miles de sueños por delante.
Más de 223 femicidios en lo que va del año.
¿Hasta cuando?
Escribo porque hoy puedo, porque hoy estoy, porque sigo con vida.
La impunidad con la que se manejan estos asesinos, día a día. La justicia no sirve, no cumple con su rol. Cada vez hay más casos, se pueden prevenir pero la justicia no actúa como debe ser. 
Después nosotros somos las locas, las paranoicas.
Se nos hizo habitual estar atentas en la calle a cualquier situación, a no estar solas en la calle, no tomar tragos que nos ofrezcan, no vestirnos como queremos, no estar de noche en la calle, etc, etc, etc.
¿Por qué? ¿Por qué tenemos que tener todas estas "precauciones"? ¿Por qué no se educa a ellos para que esto no pase? ¿Por qué nosotras tenemos que aprender a no provocar, a no exponernos, a no insinuarnos?
Cansada.
Triste.
Mujer.