martes, 16 de junio de 2015

Algo diferente...

Y ahí estaba ella, pensando, últimamente era lo que hacía todo el tiempo. Cansada ya, de tanto pensar, decidió permitirse a sentir, qué difícil estaba resultando eso para ella.
 Pensaba tanto que llegó a un punto en el que pensó que nació pensando, y desde ahí no paró.  Aturdida de tantos pensamientos, quiere sentir. Pero la cabeza es más fuerte que los impulsos del corazón. Y así está, pensando todo lo que debería sentir, y sintiendo todo lo que debería pensar. 

 El problema no era ni lo que pensaba ni lo que sentía. El problema era lo que hacía, que nada tenía que ver con lo que pensaba y sentía. 
 Hacía cosas que nunca creyó sentir ni pensar. Hacía lo que la situación demandaba, y a veces ni siquiera.
 Vivía por vivir, porqué qué sentido tiene la vida si no haces ni lo que sentís ni lo que pensas. Exacto, ninguno. No es ni siquiera vivir, es respirar. 
 
A él lo conoció en medio de tantos pensamientos y sentimientos reprimidos.

 Él, a diferencia de ella, era un torbellino que no hacía más que vivir de sentimientos. Pero esa vez, algo cambió en él, no podía dejar de pensar en ella. 
 
Ella, en su intento fallido de permitirse a sentir, pensaba y pensaba en su sonrisa, en sus ojos, en la forma en la que siempre parecía fresco y espontáneo como si ni se esforzara por intentarlo, era su naturaleza. Eso era lo que más le gustaba, pensó.

Él no podía dejar de pensar en sus ojos, tan negros que parecía que no tenían fin, en su nariz tan respingada y delicada. En su sonrisa, tan linda como si nada malo pasara con ella. Lo que más le gustaba de ella era su carácter, tan cambiante y rebelde, por momentos, y por otros tan sumisa, tímida y delicada.

Cuando ella se cansó de pensar, el se cansó de sentir. Nunca coincidían en nada. Era sorprendente, incluso, que hayan coincidido en esta vida. 

No lo volvió a ver más, pero recuperó algo que había perdido: la capacidad de sentir, dolor. Pero un sentimiento al fin.

Él la sigue esperando porque sabe que algún día regresará. Mientras tanto la piensa, como nunca había pensado a alguien. 

Nunca volvieron a verse, pero no pierden la esperanza de que así sea en alguna vida. 


                         Les comparto algo que escribí recién... algo diferente. A veces, es necesario lo 'diferente' y creo que yo ya lo necesitaba. 
 

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